soy

No nací ilusionista. De hecho, creo que nadie nace así: uno se hace mago. No, mejor : fabricante de ilusiones. Porque yo, en realidad, vengo de un mundo en el que la ilusión es un regalo complejo y muy necesario: el del acompañamiento y cuidado de personas de diversidad funcional.

Es ahí donde surgió la necesidad de fabricar momentos de ocio especialmente pensados para niños y no tan niños, utilizando cosas cotidianas para muchos de nosotros, como las cajas de juegos de magia de nuestra infancia.

Sin abandonar lo que ha sido mi vocación, el siguiente paso fue buscar formación especifica, porque lo de crear fantasía y sueños no se puede abandonar cuando alguien lo conoce. Entre en contacto con la escuela de magia de Ana Tamariz y, posteriormente, con la escuela de As de magia. Además, cursé el programa formativo de ilusionismo de P. Wenceslao Ciuró (R.C.U. Maria Cristina, El Escorial, Madrid). Director de la escuela de magia en la parroquia Santísima Trinidad, en Collado Villalba, Madrid.

MI MAGIA

Ilusionista en el noble arte de la magia, con un humor irreverente, ironia y simpatia particulares regado todo con dotes de buen comunicador.

Con un espectáculo que no deja indiferente a nadie, con una magia participativa e impactante llevando al público hacia un viaje al mundo de lo imposible.

Recorriendo algunos de los juegos clásicos adaptados a nuestro tiempo. Realizando tributo a los grandes maestros de la magia.

Con cartas, monedas, billetes, aros chinos, navajas, cuerdas, bolas de esponja y artilugios cotidianos, sin olvidarnos de los juegos de escenario.